lunes, 21 de septiembre de 2009

Consideraciones sobre una nueva Guerra Fría


Aunque el día de hoy los Estados Unidos y Rusia iniciaron en Ginebra una nueva ronda de negociaciones sobre la reducción de armas nucleares estratégicas. Sumado al recién anuncio de la Casa Blanca por suspender la instalación del escudo antimisiles en Polonia y República Checa que pretendían prevenir algún ataque de Irán a Israel u Occidente (la realidad es que este escudo y la instalación de bases militares americanas tenían la intención de vigilar a Moscú de cerca). No estamos cerca de un desarme nuclear. Esperanza y paz no son ideales que escucharemos próximamente.

No es nueva la idea de que nos encontremos cerca de una situación de crisis de misiles como la estuvimos en 1962 con Cuba. Sin embargo, las especulaciones han cobrado importancia en las últimas semanas, y Washington denota cierta preocupación.

En esta ocasión, la amenaza para los americanos ya no se encuentra en la Isla de Fidel, sino en la instalación de bases nucleares iraníes en Venezuela. Estos son algunos puntos que Andrés Oppenheimer considera sobre el tema:

  • No es un secreto que Venezuela mantiene lazos cercanos con grupos terroristas de Hamas y Hezbolá, los cuales tienen un amplio respaldo por Irán. Tampoco es coincidencia que Venezuela sea de los pocos países en el mundo que vota en contra de las sanciones de la ONU contra el programa nuclear de Irán. Mucho menos es gratuito la aseveración de Hugo Chávez en 2007: “Hemos (Irán y Venezuela) creado un ‘eje’ contra Estados Unidos". Hay que recordar que en 2008, Venezuela e Irán firmaron un acuerdo de apoyo militar.
  • Chávez, en su última visita a Irán, afirmó que se está negociando la creación de una “villa nuclear” en Venezuela, asegurando que Irán sólo pretende desarrollar energía nuclear con fines pacíficos. El territorio venezolano tiene reservas estimadas en 50 mil toneladas de uranio no explotado.
  • Diferentes instituciones financieras iraníes se han instalado recientemente en Caracas. Dichos bancos han sido sancionados o son investigados por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, ya que se les han comprobado intenciones de financiar compras de armamento nuclear para el gobierno iraní.
  • Igualmente, durante los últimos tres años, han comenzado a brotar fábricas de propietarios iraníes en lugares remotos de Venezuela, que por su ubicación y su naturaleza “secreta” deberían de ser motivo de preocupación internacional, o al menos para la región latinoamericana.

El argumento es simple: “Irán ha encontrado en Venezuela un aliado perfecto”. Venezuela tiene un sistema financiero que puede ser utilizado por Irán para evitar sanciones económicas internacionales. Por otro lado, la situación geográfica de Venezuela resulta más que perfecta para construir y almacenar armas de destrucción masiva lejos del Medio Oriente.

Tal vez sean teorías ficción o profecías apocalípticas, o tan sólo una posibilidad lejana. Pero la solo posibilidad (muy alta por cierto) de que Chávez esté trabajando en elaborar un programa de armas nucleares en conjunto con Irán – cuyo régimen proclama abiertamente querer “borrar del mapa” a Israel – sin duda es una preocupación internacional que no debe soslayarse. Sobre todo, si esta crisis arrastra a toda América Latina, una crisis de seguridad como la que no se ha visto en décadas en el continente.

Obama se reunirá con su homólogo iraní, Ahmadinejad, el 1° de octubre para entablar pláticas sobre el desarme nuclear de Irán. Palabras alentadoras, discursos armados y promesas difusas se esperan como conclusión.

¿Coincidencia?

Barack Obama anunció la caída del plan Bush para implantar el escudo antimisiles. Sin embargo, salta a la vista la fecha en que Obama escogió para anunciar esto; 17 de septiembre, la celebración del 70 aniversario de la invasión Soviética de Polonia. Un anuncio equivalente en su magnitud y en sus repercusiones, como si la comunidad internacional anunciara concesiones a los enemigos de los estadounidenses un septiembre 11. En política no existen las coincidencias, resulta evidente que Obama busca establecer puentes de comunicación con Rusia ¿pero a qué precio? Por otro lado, no es tampoco coincidencia que en estos momentos sea Polonia uno de los pocos lugares en Europa donde hay mayor preferencia por Bush, que por el actual inquilino de la Casa Blanca.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Democracia… ¿Quién la Pidió?


Aguas pantanosas y bastante profundas son en las que se ha metido Occidente gracias a George Bush. Si bien, la idea de la guerra contra el terrorismo sigue siendo un término tan ambiguo como el enemigo que se plantea, la realidad es innegable. La guerra debe continuar. No hay marcha atrás.

Construir un Estado Democrático en Afganistán (como también se pretende en Irak) es el fin último de esta larga y costosa empresa militar. Así, a manera de producto de alta calidad y exportación, Occidente pretende llevar un proceso histórico, cultural, social y político a una región donde las categorías poco tienen que ver con una racionalidad democrática.

Occidente ha cometido innumerables y severos errores en Medio Oriente. Sin embargo, si el proyecto de democratización pretende alcanzar cierto éxito, se deben resolver de manera inmediata algunas cuestiones;

1. DDerechos humanos. Aunque el reciente cierre de Guantánamo parece un avance “importante” en esta materia por parte de la Casa Blanca. No debe perderse de vista que hasta estas últimas semanas la administración de Obama ha comenzado un nuevo programa para dotar de derechos de defensa a sus prisioneros en la prisión de Bagram, al norte de Kabúl. Resulta inconcebible llevar a cabo una ‘guerra justa’ cuando principios tan elementales no se cumplen. Habrá que seguir de cerca si la Unión Americana hace realidad este nuevo programa.

2. EElecciones. Sin duda, la elección efectiva de gobernantes a través del voto libre es la manifestación más importante de la democracia. Sin embargo, las recientes elecciones en Afganistán han puesto en aprietos a los americanos. Al menos 700 mil votos fraudulentos han detectado hasta el momento las comisiones de control electoral, lo que levanta importantes sospechas a la victoria del actual presidente Karzai. La legitimidad del poder está en entredicho, sin considerar la dudosa procedencia moral de Karzai y sus colaboradores. No hay que olvidar que la Casa Blanca apoyó al actual presidente afgano para llegar al poder en el 2001.

3. SSalida de Aliados. El escepticismo de una victoria en Medio Oriente es la idea que empieza a rondar en Europa. Así, algunos gobiernos occidentales ya consideran una retirada próxima; alemanes, españoles y principalmente los italianos comienzan a planear una salida “decorosa”. Muy posiblemente esto desestabilizaría puntos estratégicos que han costado mucho esfuerzo controlar.

Es un hecho que no existen respuestas sencillas para Afganistán o Medio Oriente. No obstante, esto no significa buscar coartadas o pretextos para establecer fechas de retiradas o alejamientos por falta de puentes de comunicación. No debe perderse de vista que una retirada en Afganistán solamente reflejaría una vergonzante derrota ensombrecida por una tragedia humanitaria. Y aunque resulta innegable el hecho que la cuestión afgana es una cuestión que los propios afganos deben resolver por ellos mismos, es una realidad que en este momento es una cuestión que no sólo a ellos concierne.